RUTAS

RECORRIENDO EL CASCO HISTÓRICO

Comenzamos el recorrido en la Plazuela del Muelle, al principio de la Calle Real. Ahí podemos encontrar unos de los elementos identificativos de la ciudad: el Cartel de Nitrato de Chile.

Continuamos por la Calle O´Daly o Calle Real avanzamos por la calle principal de la ciudad, adoquinada en gran parte y que aglutina los principales comercios, plazas, casonas y edificios de interés. En el lado izquierdo encontraremos a mitad de calle la Casa Palacio de Salazar.

Más adelante encontraremos la Plaza de España, punto de reunión y encuentro de lugareños, que concentra algunas de las edificaciones más importantes de la isla. En ella se levanta el Ayuntamiento, la Iglesia del Salvador y la curiosa fuente en un extremo. Cabe destacar que es un conjunto renacentista único en su estilo en el archipiélago. En esta zona encontraremos también la Casa Massieu Tello Eslava.

Avanzando por la Calle Real llegamos a la Avenida de El Puente, en el que subiendo en el lado derecho encontraremos el Mercado Municipal o La Recova. Una vez que degustemos sus productos, bajamos de nuevo por El Puente y volvemos a la Calle Real y avanzamos por la Calle Anselmo Pérez de Brito. Encontraremos tiendas, terrazas y un poco más adelante la Placeta de Vandale.

Continuando la ruta encontramos la Placeta del Borrero, un rincón rodeado de casas al más puro estilo canario. Avanzando por la misma calle seguiremos disfrutando de las preciosas casas de estilo canario y a llegar al punto llamado “las cuatro esquinas”, un punto donde confluyen cuatro calles, tomaremos a mano derecha y enfilando una cuesta encontraremos la Plaza de San Francisco, donde encontraremos la Iglesia de San Francisco y el Museo Insular de La Palma.

A través de un pequeño callejón al final de la Plaza, encontraremos la Plazuela de La Cruz del Tercero y la Plaza de la Alameda que es el extremo norte de la capital. Una larga plaza que culmina en el Barco de la Virgen donde se encuentra el Museo Naval y que destaca la figura del enano.

Una vez alcanzado este punto, el visitante puede cruzar el puente para subir al Castillo de La Virgen, situado en el otro extremo del barranco. Las vistas que se obtienen desde aquí sobre la capital son impresionantes. No lejos de allí, la Iglesia de la Encarnación, donde destaca La Anunciación (s. XVI), conjunto escultórico procedente de Flandes y realizado en madera policromada.

A continuación, se puede optar por volver al punto de inicio por la Avenida Marítima sintiendo la brisa marina. Primera parada, en los muros del Castillo de Santa Catalina, fortificación militar que ayudó a la defensa de la ciudad de los ataques de piratas y corsarios en los siglos XVI y XVII. Segunda parada, los Balcones en la Avenida Marítima. Típicas casas canarias con balcones de madera, curiosamente decorados con flores y de alegres colores.

Y para finalizar, por supuesto, un baño o un paseo por nuestra maravillosa playa.